¿Por qué?

¿Por qué?

sábado, 16 de septiembre de 2017

Inteligencia artificial II

¿Por qué se están desarrollando armas inteligentes con capacidad para tomar decisiones de forma autónoma? ¿Por qué no se prohíben sin más?


Hace poco hablaba de la responsabilidad de la inteligencia artificial y ponía un ejemplo: los coches autónomos que ya empiezan a circular por las carreteras de algunos países y que ya se han visto involucrados en algún accidente. ¿En quién recae la responsabilidad de las consecuencias que acarrean las decisiones autónomas del coche?

Hoy quiero hablar de otro tipo de máquina inteligente, autónoma y con capacidad de tomar decisiones: los ‘robots asesinos’. Parece que todavía no están ‘circulando’ por las guerras del mundo, pero poco les debe de faltar ya. Sí, existir, existen: la tecnología ya ha avanzado lo suficiente. Muchos países tienen programas de autonomía en el campo de batalla. Es el paso siguiente a la existencia de armas controladas a distancia por un humano, que es el que finalmente decide si darles uso o no: los drones son el ejemplo más llamativo. Con los robots asesinos no habrá ningún humano detrás que apriete el gatillo; será la máquina la que tome la decisión de disparar. Y si dispara, no será para no dar en el blanco, ¿verdad?

¿Dónde están los límites? La legislación, las normas, el derecho se aplican a las personas, no a las máquinas. Si un ser humano mata, puede ser llevado a juicio y condenado; si una máquina inteligente y autónoma mata, ¿quién va a ir a juicio?, ¿quién va a responder por ella?

Muchas cosas son todavía oscuras en este ámbito… y deberíamos tener todo el interés del mundo en que se vayan clarificando, porque ¿quién no nos dice que el paso siguiente a estos robots soldados no sea el robot policía o el robot guarda de seguridad? Las guerras, parece que siempre están lejos, pero los policías, de una clase o de otra,… están aquí al lado. Probablemente prohibir el desarrollo de estos robots asesinos sería lo mejor. ¿Llegaremos a ello? Dúdolo mucho.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Maltratar vegetales

¿Por qué cada vez somos menos tolerantes con el maltrato animal y, en cambio, no nos importa nada el maltrato vegetal? ¿Por qué cada vez toleramos menos los festejos populares en los que se maltratan animales, pero ni nos damos por enterados de aquellos en los que se maltratan vegetales? ¿Por qué no tenemos el mismo rasero con todo?


Ya terminó el verano, ya se acabaron los festejos populares con animales, ya concluyeron las controversias sobre el maltrato animal: toros ensogados por aquí, toros embolados por allá, toros al agua por acullá, patos, pavos, gansos, gallos, cabras… Para todos los gustos, vaya.

Algunas de estas fiestas parece que ya tienen los días contados: parece que la gente cada vez las tolera menos y muchas autoridades con mando en plaza parece que ya empiezan a estar por la labor de abandonarlas. Parece. Veremos qué va pasando.

Ahora bien, yo todavía no he oído a nadie quejarse del maltrato vegetal… y ese se produce también todos los años: tomates por aquí, nabos por allá, uvas por acullá… Habrá quienes argumenten que los vegetales no pueden ser maltratados, porque los vegetales ni sienten ni padecen. Bueno, si así se quedan más contentos… La cuestión es que, si no es maltrato vegetal, sí es desperdicio vegetal… y eso también debería doler en la conciencia de la gente, ¿no crees?