¿Por qué uno de los datos
que se incluyen en la mayoría de los documentos oficiales de identificación es
el sexo del titular? ¿Por qué es necesario indicar el sexo en el DNI o el
pasaporte? ¿Por qué es de utilidad?
Hace unas
semanas, los medios de comunicación se hicieron eco de que en los pasaportes de
Canadá ya existe la posibilidad de indicar ‘sexo indeterminado’ o ‘sexo X’.
Bueno, los medios utilizan el anglicismo ‘género’, pero, en realidad, quieren
decir ‘sexo’. Profundizando en la noticia, resulta que algo que parece tan
adelantado o tan moderno o tan occidental o tan de defensa de los derechos de
las minorías, hace tiempo que ya existe en algunos otros países ni tan
adelantados ni tan modernos ni tan occidentales ni tan de defensa de las
minorías. Bueno, dejémoslo ahí.
Lo que yo
me planteo es ¿qué, carajo, hace el sexo en un documento de identidad? Porque,
hasta ahora, que yo sepa, cuando alguien, normalmente una autoridad, quiere
identificar a alguien, le pide la documentación, le mira la cara y comprueba si
coincide con la fotografía del documento. Que yo sepa, hasta ahora, ninguna
autoridad le ha pedido a nadie que se baje los pantalones o la falda o lo que
sea que lleve de cintura para abajo para comprobar si lo que hay debajo se
corresponde con lo que dice el documento.
Vale. Me
dirás que, en realidad, el dato del sexo no se refiere al órgano sexual en sí,
sino a la identidad sexual; que uno puede muy bien tener un órgano sexual
‘masculino’ (hombre) y sentirse de sexo ‘femenino’ (mujer), y que las personas
de sexo ‘indeterminado’ no es que no tengan órganos sexuales, es que no se
sienten ni hombres ni mujeres. Estoy de acuerdo. Pero, vuelvo a insistir: ¿qué,
carajo, hace la identidad sexual en un documento de identidad?
Me parece
a mí que ese dato está de más, que no aporta nada, que es de una inutilidad
sublime. Me parece a mí que debería desaparecer de los documentos oficiales.
¡Eso sí sería una noticia grandiosa!
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